En el hogar de Nazaret



EN EL HOGAR DE NAZARET

HOLA NIÑOS DIOS LES BENDIGA.
Bienvenidos al Devocional Creciendo con Jesús. Hoy seguiremos aprendiendo del libro más importante que existe LA BIBLIA.
La Biblia no revela mucho acerca de la niñez y la juventud de Jesús, pero de las pocas veces que se refiere a esto, nos dice que fue obediente y respetuoso, un hijo ejemplar, sujeto a sus padres. En 1 Pedro 2:21 el apóstol nos invita a seguir las pisadas de Jesús, quien, con su vida santa, nos dejó un hermoso ejemplo.El mejor ejemplo que podemos seguir es el  de Jesús. Él era bueno, obediente, respetuoso, amigable, considerado, fiel.

Empecemos a conocer más de Jesús : 
En Lucas 2:52 la palabra nos dice: 

"Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente" 

Hace más de 2.000 años cuando Jesús era niño, la forma de vivir de las personas era muy diferente, hoy, vamos a hacer un viaje a través del tiempo para aprender un poco más a cerca de la infancia de Jesús y las costumbres de ese tiempo.

En la carpintería 
Ahora visitaremos una carpintería. Queda muy lejos de aquí, en la ciudad de Nazaret. Allí encontramos a José el papá de Jesús muy ocupado haciendo muebles. Su hijo Jesús lo ayuda. La carpintería queda junto a una sencilla casa de barro y paja, de uno solo cuarto. Encima del techo crecen yerbas. La puerta está abierta, como invitándonos a entrar. María, la mamá, está preparando el pan. Pronto lo va a cocinar sobre un fogón de leña que en el centro de la casa, sobre el piso.

En casa de José y María
 Ah, sí, hemos llegado de visita al hogar de Jesús. La casa es sencilla, no un palacio lujoso; pero es un hogar donde reina la felicidad . Los primeros años de su vida Jesús los pasó en casa, aprendiendo muchas cosas de su madre. Ella le enseñó a enrollar su colchón y guardarlo. Eso lo hacían cada mañana. A la hora de dormir los colchones se colocaban sobre una plataforma donde todos dormían juntos. Seguramente José y María enseñaban a sus hijos la Palabra de Dios. Eso debe ser lo que más interesaba a Jesús.

Jesús ayuda a su madre 
Según la costumbre, Jesús acompañaba a su madre al pozo para traer agua, y le ayudaba a hacer los panes. También tenía que cuidar a sus hermanitos. ¿Creen que tenían pollitos y que Jesús le ayudaba a darles de comer? Desde sus cinco o seis años de edad Jesús estuvo con José. Como José estaba ocupado en su trabajo, mandó a Jesús a la escuela. La escuela quedaba en la sinagoga, que era la «iglesia» del pueblo. 

 La escuela en la sinagoga 
En la sinagoga los muchachos aprendían la Ley de Dios. Solamente los varones asistían; las niñas no podían ir a la escuela. Los niños se sentaban en un semicírculo en el piso, con las piernas cruzadas, y escuchaban las enseñanzas del maestro. ¿Qué tenían que aprender? Aprendían de memoria los libros que escribió Moisés: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. ¡Trabajo duro para los niños!



Jesús con los maestros de la Ley
Cuando Jesús cumplió doce años acompañó a sus padres a la fiesta de la Pascua en Jerusalén. Ese fue un gran día para él. No se preocupó en jugar con sus amigos; fue directamente al templo a conversar con los maestros de la Ley, que eran quienes enseñaban la palabra en el templo. Tan interesado estaba en las cosas de Dios que olvidó todo lo demás. 

 «Debo estar en la casa de mi Padre» 
Jesús pasó toda la fiesta de la Pascua en el templo. Sus padres lo buscaron desesperados. Cuando lo encontraron, Jesús se sorprendió, y les dijo: «¿No sabían que debo estar en la casa de mi Padre?» José y María no entendieron esto. ¿No recordaban ellos que Jesús era el Hijo de Dios? Jesús fue un niño diferente. Él sabía que no era como otros niños. Él era el Hijo de Dios. Había venido al mundo para hacer un trabajo muy especial. Podemos estar seguros de que Jesús siempre fue obediente. Respetaba a José y a su madre. No engañaba, no mentía, no robaba... hizo sólo lo bueno. Jesús es la única persona que nunca ha pecado.

¿Qué podemos aprender de Jesús cuando era niño? 
 • JESÚS CRECÍA EN SABIDURÍA: cada día aprendía algo nuevo; cumplía con todos sus deberes. 
• JESÚS CRECÍA EN ESTATURA: así como tú creces un poco más cada año, Jesús también crecía. 
• JESÚS CADA VEZ MÁS GOZABA DEL FAVOR DE DIOS Y DE LA GENTE: Jesús era bueno. 
Él aprendía a ser respetuoso, saludaba con cortesía, ayudaba a los ancianos, trataba con cariño a los niños, y no peleaba con sus amigos. Jesús era el muchacho más bueno y amable que ha vivido sobre esta tierra. Él se portó bien, para enseñarnos cómo debemos portarnos nosotros. (Baje el tono de la voz para poner a los alumnos en suspenso.) ¿Quieres saber un secreto? Jesús quiere que tú seas como Él. Si se lo pides, te ayudará. ¡Qué lindo sería si pudieras sorprender a tus padres y hermanos portándote excelente! ¿Quieres hacerlo?

ALABEMOS AL SEÑOR!!!

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